viernes, diciembre 05, 2003
Que bueno que existen las guitarras, que bueno que existen los amplificadores y los pedales de distorsión.
Que bueno que existe el volumen, que bueno que existe la distorsión, el ruido, el caos en sonido, el desorden auditivo, el poder de las bocinas haciendo temblar las ventanas, el poder de mi guitarra distorsionada desahogando cada uno de mis corajes, agresiónes, toda frustración se va con el feedback que explota del amplificador.
Y al final cansado, liberado, sordo, pero no importa, no importa nada, sólo importa el ruido, el ruido caótico que se lleva toda negatividad.
No hay nada como distorsionar la guitarra a alto volumen para desquitar. Nada.
Que bueno que existe el volumen, que bueno que existe la distorsión, el ruido, el caos en sonido, el desorden auditivo, el poder de las bocinas haciendo temblar las ventanas, el poder de mi guitarra distorsionada desahogando cada uno de mis corajes, agresiónes, toda frustración se va con el feedback que explota del amplificador.
Y al final cansado, liberado, sordo, pero no importa, no importa nada, sólo importa el ruido, el ruido caótico que se lleva toda negatividad.
No hay nada como distorsionar la guitarra a alto volumen para desquitar. Nada.